Me hospedé en la Casita de Lubre Villa en Bergondo durante un viaje de negocios. Este lugar fue elegido por mi director y tuve una experiencia muy positiva. Uno de los aspectos positivos fue que se ofrecían toallas en la casa de vacaciones, lo cual fue muy conveniente. Además, la ubicación de la villa era perfecta, ya que estaba cerca de mi lugar de trabajo y de otros servicios locales. Esto hizo que mi estancia fuera muy cómoda y práctica.

Durante mi estancia, encontré algunos inconvenientes en esta antigua casa.

MARAVILLOSO

En general: Una casita para poder desconectar de todo, con todos los elementos en su interior para poder disfrutar de unos días de tranquilidad. Los propietarios, José Antonio y Javier son una maravilla. Lo recomiendo sin lugar a dudas. Ubicación y alrededores: La ubicación es maravillosa, con un jardín precioso y muy cerca de cualquier sitio. Puedes disfrutar del entorno más cercano o poder desplazarte ya que están cerca las autovias y autopistas. Maravillos entorno, tranquilo; un lugar para poder desconectar. Servicio: Los servicios que te ofrecen en la casa son totales, WIFI, CHIMENEA, BARBACOA, el Agua es de manantial, una maravilla hoy día. Comida: No dan comida, pero cerca están los pueblso donde adquirir productos de la zona para poder cocinar tu mismo. Habitación: Colchón super comodo, mejor que en muchos hoteles de cinco estrellas, con mucha tranquilidad, sin ruido ni estridencias. Consejos útiles: VIAJAR A GALICIA Y ALOJARTE EN ESA MARAVILLOSA CASA.

Nos reímos un montón y nos fuimos de aventuras por la provincia de A Coruña. Hicimos senderismo y nos sentimos como auténticos exploradores, descubriendo lugares increíbles. Además, la paz y tranquilidad que se respiraba en el hotel nos permitió descansar como nunca antes. Sin olvidar lo cómodas que eran las camas y la simpatía de los dueños, siempre dispuestos a ayudarnos en todo.

Si tuviéramos que pedir algo, sería que el hotel tuviera una zona más animada para jóvenes como nosotros. Nos encantaría haber tenido un espacio para nuestras fiestas y poder disfrutar de la noche sin preocupaciones.

El entorno de la casa era realmente hermoso, con amplios y bonitos jardines exteriores. disfruté de la piscina, que era un gran alivio en los días calurosos. Además, el hotel ofrecía un buen aparcamiento gratuito para mi coche y se encontraba en una zona tranquila.

Hubo algunos inconvenientes con la casa antigua en la que me hospedé. Por un lado, en el comedor solamente había taburetes en lugar de sillas, lo cual no resultaba muy cómodo.